lunes, 29 de diciembre de 2014

Poema adolescente.



a los 14 o 15 años escribí esto y me amo.

"¿Por qué escribo?

Escribo sin que mi pensamiento me condene.
Escribo y escribo...
Construyo en mis palabas lo construido por la libre materia.,
y así,en mi corazón, empiezo a sacar las palomas
allí atrapadas,
en cuanto llego al límite de la agonía.

Aquellas palomas entran,
sensibles, dulces, tenues,
y fracturan secretamente los pensamientos,
amor, odio, confusión,
para vertebrar aquel contenido impenetrable.
llenarlo de puentes y candados.

Escribo y escribo....
para los hombres, los pájaros, para los árboles.
mis recuerdos bailan, se detienen,
y escribo en el aire, en al agua,
sin empinarse en trampolines engañosos.
apura saltos mortales entre regiones inesperadas.

Escribo y escribo...
en busca de la tormenta, la calma,
el amor y la muerte,
Es hundirme en el mar de la vida y ver en los cristales,
como cae la lluvia dramática de tristeza.
escribir en las sombras de las noches que pasan.

Siento la sangre de los pájaros,
la herida y la tragedia de otros caminantes"

lunes, 1 de diciembre de 2014

Con cada femicidio, sangramos todas.




III Marcha de las Putas.

Arte performance "Mujer basura"


Cinco obras esténciles de retratos de mujeres rodean el espacio escénico de la performance “Mujer Basura” montada el 22 de noviembre  en la Plaza de Mayo en el marco de la III Marcha de las Putas. Espejos rotos dejan ver los rostros correspondientes a algunas imágenes que por su tratamiento en los medios, resultan familiares. Se identifican claramente a Melina Romero y Angeles Rawson: ambas adolescentes encontradas muertas en bolsas de basura, luego de días de búsqueda.
El caso de Melina abrió un debate en la agenda pública aun no resuelto en nuestra sociedad, visibilizando la cultura de la violación. El foco puesto en la víctima, y no en el victimario: quién era, qué hacía, con quién se juntaba, cómo se buscó ese final, qué
hacían sus padres, y tantas preguntas que encierran fragmentos de un mundo con rasgos patriarcales, machistas y misóginos. Y en particular,  también, profundamente sociales, el  destino de Melina en todo caso, ya estaba marcado, “ya no tenía rumbo”: se drogaba, era puta y encima pobre. Todos los estereotipos juntos reproduciéndose en un discurso nefasto y doloroso.

Las demás: Adriana Paula Giménez, Juana Gómez, Liliana Garabedian, también comparten un horroroso factor en común: sus cuerpos asesinados fueron encontrados en basurales, mutilados, casi desnudos o completamente desnudos y algunos también violados.
Un ícono se resuelve en un maniquí con una cinta de PELIGRO que lo envuelve y frases escritas (e invitando a escribir) como “se lo merecía por puta”, o “basta de matarnos”, terminan de crear el escenario de esta puesta, que irrumpe la realidad, interpela y traspasa las fibras más profundas de cada transeúnte/espectador.



Cuatro cuerpos, cuatro mujeres, cuatro almas

La visibilización del cuerpo pone en manifiesto la presencia/ausencia de un alma. Si bien el ser humano es un ser integrado, remontarse a su concepción platónica dual, le permite deconstruise y pensarse.

El cuerpo inmóvil, mutilado, ensangrentado, mudo, ya vació de alma, nos posiciona a todos en ese lugar en donde llegaremos alguna vez: la muerte. Sin embargo, consensuamos en que no queremos que nadie nos arrebate el derecho a vivir.

Ahí estaban, cuatro mujeres, inmóviles tiradas en el pasto durante veinte minutos, envueltas en bolsas de plástico transparentes, representando lo macabro, lo irrepresentable, aquello que bordea los límites de lo pensable. Una operación figurativa que bordea lo absurdo, creando el horror en su estado más crudo. Porque una cosa es que te lo cuenten y otra es verlo. Ellas eran Melina, Adriana, Juana, Liliana, Angeles. Alrededor, muñecas: símbolos penetrantes e infalibles de una infancia ausente, de una adolescencia y juventud arrebatada, de sueños aniquilados.

A los veinte minutos, se vislumbra el renacimiento de un alma de la mujer que fue durante ese lapso de tiempo, la condensación de Melina, Adriana, Juana, Liliana y Angeles.  Una compañera se acerca  y luego de romper la bolsa y secar su cuerpo con una toalla, a raíz del calor por haber permanecido bajo el sol, se produce el emocionante “rescate” que se sella en un abrazo que conmueve por su autenticidad, emanación de amor y valentía. El alma que permanece en ese cuerpo festeja, conmovida y agradecida, la vida. Los de afuera, inmediatamente sienten, que las representadas y tantas otras, murieron solas, con miedo, dolor, violadas, y en completa soledad. La salvadora, pasa a ser nuevamente Melina, Adriana, Juana, Liliana y Angeles, y las tantas mujeres asesinadas por violencia de género de ayer y de siempre, de Argentina, y el mundo entero, a quienes se les negó el alma y se les suprimió el cuerpo para volverse nada.  Las que quedamos, gritamos, sangramos y denunciamos por ellas.


Palabras en carne (y alma) propia:

“Fui la primera en tirarme en el pasto, adentro de una bolsa, pintada como ensangrentada. Pasé calor, sí. Estaba concentrada en respirar bien, en no pensar cosas feas que me quiten la tranquilidad, en ubicar el agujero que tenía cerca de mi cara para que me entre fresco. Cuando mi compañera me fue a “rescatar”, yo creía que faltaban todavía otros diez minutos. Me sentí contenta de haber aguantado los 20 minutos pactados. Me dije que era fácil, que estaba orgullosa de haberlo hecho. No se dejaban de escuchar obturadores, veía gente a mí alrededor a través de la bolsa sacando fotos sin parar. Salí, estaba toda transpirada. La coordinadora, Pau, enseguida fue a abrazarme, a contenerme, a cuidarme, a asistirme con lo que necesitara. Las demás chicas que aún esperaban también me contuvieron. Enseguida me puse a controlar el tiempo para ir a rescatar a mi compañera. Me acerqué a ver la puesta…me impresioné mucho. Vi 4 mujeres muertas, 4 mujeres maltratadas, 4 mujeres inocentes.
Cuando me tocó ir de nuevo a tirarme embolsada, me di cuenta de nuevo de lo feo que era estar en esa situación, pero también me concentré esa vez en respirar, en lo que pasaba a mi alrededor. 
El sentido de relatar paso a paso lo que pensaba durante la performance es contar que en el momento lo sentí como eso, como una actuación, un espectáculo, estaba concentrada en lo que tenía que hacer, y demás cuestiones técnicas o prácticas. El problema fue después. Vi fotos, vi fotos mías tirada en la bolsa y de mis compañeras. Me siento muy mal. Me siento terrible. Vi cómo me vería yo si me asesinaran.  (Por Catalina Victorio)

“Podemos respirar bajo las bolsas, bajo el sol, podemos salir y gritar por las que no pudieron elegir, las que se convirtieron en cuerpo, dejaron su vida, sus gustos, sus emociones y ahora son cuerpos tirados en la basura, y ya no pueden hablar, gritar, ya no pueden decir basta, no quiero, ya no pueden defenderse de sus asesinos, ni de sus verdugos que las juzgan aún muertas, las mutilan con palabras, les siguen diciendo que hacer, que no, como vestirse, con quien jugar.
A veces somos solo cuerpos, con vida, sin vida, cuerpo, carne, concha, sangre.
Melina, Ángeles, Juana, soy yo, somos todas, y no soy yo, yo respiro todavía, y puedo gritar y llorar, puedo verlas y pensar que somos iguales”. (Por Victoria Azcona ).


“Yo soy "una puta más", ellas también. Yo vine de mi casa, ellas también. Yo me puse a hablar con desconocidos, ellas también. Yo me desnudé frente a desconocidos, ellas posiblemente también. A mi no me acosaron, a ellas sí. A mi no me manipularon, a ellas sí. A mi no me drogaron, a ellas sí. Yo me metí en una bolsa por voluntad propia, ellas no. A mi no me dolía nada, a ellas las molieron a golpes. Yo cogí porque quería, a ellas las violaron. A mi no me molestaba nada, a ellas se les iba la vida. Yo estaba viva ellas estaban muertas. A mi más tarde alguien vino a sacarme de la bolsa, a abrazarme, a ayudarme a levantarme y contenerme. Ellas no se levantaron más" (Por Cande Gauffin).



NI UNA MÁS. TOCAN A UNA NOS TOCAN A TODAS.


//// Femicidios representados:
Paula Gimenez 31 años
Liliana Garabedian 37 años.
Emilia Juana Gomez 15 años.
Melina Romero 17 años
Angeles Rawson 17 años

//// Performeras:
Cande Gauffin, Cata Pampin, Pam Martini, Lara Zabala, Debora Lanzetta, Alia Wombat, Cata Moscatelli, Amy Mercurio 
Arte stencil: Victoria Azcona

//// Idea conceptual y coordinación: Paula Naanim Telis
Redacción y recopilación de testimonios

Sol

martes, 11 de noviembre de 2014

ZOOM OUT, red de redes.

“Artivismo”: el día después.

Hace años que, junto con amigas, hacemos un collage de “deseos” o de imágenes que nos convocan, nos interpelan, nos guían, para quizá, -a través de lo que va más allá de las palabras-, se materialicen de la forma que tengan que hacerlo. No puedo negar que con estas imágenes en el sub-conciente, la “realidad”se me fue mostrando de formas sorprendentemente similares a aquellas. No quiero ahondar en la frase un poco cliché, un poco simplista, “creer es crear”, pero aseguro que esta actividad es una prueba totalmente empírica de la relación dialéctica entre mente y materia. (¿Algún día ampliaremos?). Se manifiesta la increíble ilusión de pasado/presente y futuro que se une y convive con lo “verdadero”,  lo real que habita en lo profundo de la mente ( en la mente insconciente según Freud),  y que se nos muestra de manera directa y experimental cuando estamos dispuestos a verlo ( y no solamente en sueños, actos fallidos u olvidos).

En mi siempre afán de unir la mente con el corazón,  el mundo académico con el emocional, la profesión con la acción, en mi búsqueda de patrones, encasillamientos, (¿gracias ascendente en virgo?), hubo algo, un fuego interno, que de una forma u otra me fue moviendo en los distintos espacios en los que interactúo (son muchos,sí): ese fuego se nombra a así mismo como cambiar el mundo, transformarlo. Hacerlo un poco más justo, más propicio para ejercer nuestras libertades. Siempre me sentí conmovida de una manera a veces indescriptible por el dolor ajeno. Quizá por eso en el último collage realizado hace 5 meses, aparecieron frases, como “PONER EL CUERPO”, “equilibrio”, “acción”, “cuidando”, e imágenes varias que acompañaban estos significados.   Ayer, ( y en realidad hace algunos días), atravesé varias limitaciones mentales del ego: el miedo, la inseguridad, y todo esto se volvió cuerpo, se volvió real.

Leer testimonios de LMDLP me acercó a la causa desde este dolor compartido. El sufrimiento de la mujer de hoy y del pasado. No sé por qué lo pienso con la imagen de un árbol. Un árbol enorme, sabio. Que peleó por sobrevivir, que luchó por mantener sus raíces a través de los años, que floreció, pero que sigue latiendo con dolor, conviviendo con la muerte, a través de un gran útero que no para de latir. Entonces así llegué a ser artivista, , una nueva oportunidad para seguir uniendo mundos: el artivismo es una forma de acción social que se sitúa entre el arte y el activismo, que busca generar un cambio . El arte se convierte en una herramienta que ayuda a reflexionar sobre el sistema normativo y las creencias, convocando desde las emociones y mostrando que existen otras maneras de ser y de relacionarnos.  Puedo decir que esta experiencia fue por lo menos inolvidable. Porque todos y todas sentimos la existencia de ese árbol herido,todos y todas podemos sentir la injusticia y la crudeza de vivir con presiones sociales, respondiendo a estereotipos, restringiendo nuestras libertades a través de esta sociedad que nos formó como machistas, individualistas  y competitivos. Adentro nuestro sabemos que existe ese hombre y mujer salvaje que lucha por romper las cadenas, y ve, siente, grita, condena, y revoluciona. Por eso existieron mujeres y hombres que murieron por causas profundas, por los derechos de las minorías, por los desprotegidos. Desde las brujas quemadas por paganas de la Edad Media, Juana de Arco, pasando por Walsh,el Che hasta el suicidio de Effi que nos dejó un gran símbolo a este siglo para repensar y resignificar…

Porque hay algo por lo que nos resulta imposible seguir sin mover una mínima ficha.

Por la cantidad de femicidios de los últimos tiempos, por los estudiantes desaparecidos en México presuntamente entregados por la policía a los narcos y asesinados y quemados de la forma más cruel en pleno siglo XXI…

Las cuatro intervenciones fueron intensas. Hubo involucrados, miradas cómplices, aceptación, indignación. También pasividad.
La interacción con los espectadores se puede resumir en tres personas que se me acercaron compasivos a preguntarme cómo estaba. Una señora, que me contó que hace 20 años atrás un empleador quiso abusar de ella y sabía de que se trataba, una chica, y un hombre de mediana edad. No puedo ahondar mucho más en lo que fue la intervención en sí. Valió la pena sentirme ese árbol por ese momento. Sentir la cruel presencia del dolor de tantas mujeres adentro mío.

Un amigo me comentó esta semana, a propósito de la realidad mente/materia y la ilusión del tiempo, ( a partir de Jean Piere Garnier Malet científico y teórico del desdoblamiento del ser y del tiempo) que si todos los habitantes de este planeta nos acostáramos y antes de dormir pudiéramos conectar con el ser sabio de cada uno, sintiendo en todas las células que ya no existen las guerras, ni los asesinatos, ni las injusticias, que la humanidad está al servicio del amor y no del dinero o del poder, bastaría  para que al otro día, todo eso se esfume.
Mientras nos pongamos de acuerdo en coordinar este pensamiento, desde mi lugar, desde este lugar, seguimos creyendo en la utopía. Tal vez no seamos nosotros los que veamos los cambios. Pero estoy segura de que estamos preparando la tierra para que ese árbol y todos los que conviven en el bosque, crezcan más sanos y libres. Y porque mientras esperamos el cambio de raíz, también podemos ser flores.


*SoliP. Comunicadora social, profesora de Yoga, cantante, artivista y amante de las palabras y de la acción. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

A veces y siempre se es.

A veces se teme, se levanta y se cae.
Otras se agradece, se sana, se llora.
Pero siempre,siempre, se ama, se es,
se respira, se duele, y se vuelve a empezar.

jueves, 2 de enero de 2014

2013.


2013:

Enero:
Lo paso en el sur. Entero, casi.
La naturaleza pasa a ser mi casa.
La simplicidad me hace feliz. Los lagos y Rafa también.
Conozco a mi primaVera, me siento familiera.

Febrero:
Planifico mi año.
Disfruto dando clases. Tengo más alumnos y empiezo a despertarme dos veces a la semana a las 7.30 hs.

Marzo:
Un llamado. De la supuesta nada, decido que quiero  a ir Vipassana.
Me anoto y conozco a Ayi.  Me había dedicado un sankalpa, no me acuerdo si este año o el anterior.
Un mes risueño.
Aparecen los primeros síntomas de limpieza mental. Zarpullidos en la cara. Miedo e incertidumbre. ¿10 días sin hablar?, ¿10 horas por día meditando?

Abril:
 Vipassana. Despersonalización, toco el dolor, el sacrificio, me observo, me calmo, siento paz, conozco a mis hermanos y hermanas.…vuelvo y me enfermo.
Dejo el sushi y me vuelvo vegetariana al 100. No tomo mas alcohol.

Mayo:
Reconstrucción de mi personalidad. Vuelvo a elegir. Es como un empezar de nuevo. Me enfermo, esta vez es más duro... Suelto mis planes, dejo de controlar. Grabo.  Dejo de pensar en la mirada ajena. Soy.

Junio:
Intento hacerme vegana, pero no lo consigo. Pienso en lo inconcluso.

Julio:
El frio me agobia. Prana en exceso. Sankaras y más sankaras. Me siento débil y tengo fiebre después de muchos años.

Agosto:
Empiezo a recuperarme. Consigo tutora para mi tesina. Medito, y también pienso. Releo a Marx, Foucault, Heidegger, me entusiasmo. Saco el pasaje a India.

Septiembre:
Tomo envión con mi tesina y me obsesiono. Siento que sale sola, aunque me frustro, y me broto nuevamente. Esta vez es peor que la primera. Suelto y se me pasa.

Noviembre:
Vuelvo a cantar en vivo. Me gusta. Risas y más risas.

Diciembre:
Tengo un ataque de pánico en la nueva facultad de Sociales. Decido irme de Maas Yoga.  Siento vértigo. Sueño que me muero y me cuesta liberarme de mi cuerpo. Estoy sensible y emotiva.


2014. Hola.